Final de Wimbledon 2008
El tiempo era tan fugaz como los sueños. Bien lo sabia él. Rafael Nadal cumplía al fin su sueño y se convertía en mito despúes de ganar al mejor tenista de la historia, Roger Federer, en el, para muchos, mejor partido de la historia del tenis. Tras cuatro horas y cuarenta y ocho interminables minutos y amenazados constantemente por las posibilidades de lluvia y el ennegrecimiento del cielo, Rafael Nadal doblegaba al suizo con un resultado final de 6-4, 6-4, 6-7, 6-7, 9-7. Díficil de explicar con palabras, Rafael Plaza describía a la perfección este partido en un brillantísimo artículo de obligada lectura en la revista Jot Down. Y citando el título del propio artículo de la revista, esta fotografía solo se puede definir con una frase: Una final que vale una vida.
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