Carlos Sainz y Luís Moya (Vavel.com) |
Rally de Inglaterra, 1998
"¡Trata de arrancarlo Carlos, por Dios, trata de arrancarlo!" Los gritos de Luís Moya, copiloto de Carlos Sainz en el rally de Inglaterra del 98, pasarán a la historia del automovilismo español como sinónimo de mala suerte. Cuando apenas les faltan 400 metros para ganar el campeonato, la biela del Toyota Corolla WRC de los españoles se rompe y el coche se detiene por completo. El humo que desprende el motor y la patada de un Moya enrabiado son el fiel reflejo de una historia deportiva cruel sin final feliz.
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