miércoles, 24 de abril de 2013

Documentales: "La doble K. Historia de una rivalidad"




KÁRPOV vs KASPÁROV: Una URSS dividida

Quien diga que el ajedrez no es un deporte se equivoca. Pese a que no requiere de esfuerzo físico, la fuerza mental y psicológica se antojan necesarias para poder dominar este juego. Tras 32 piezas y 64 casillas, tras dos sillas y una mesa, tuvo lugar en las décadas de los 80 y los 90 una de las mayores rivalidades de la historia de cualquier deporte.

Kárpov y Kaspárov en uno de sus enfrentamientos (tabladeflandes.com)




El 23 de mayo de 1951 nacía en Zlatoust, en los Montes Urales, Anatoli Kárpov, uno de los mejores jugadores de ajedrez de la historia y llamado desde bien joven a convertirse en símbolo de la Unión Soviética. De familia humilde, Kárpov tuvo serios problemas de salud desde bien pequeño que tuvo que lidiar con prohibiciones del gobierno de la URSS. Se vivían los últimos años de la dictadura de Iósif Stalin, la religión estaba casi prohibida y Anatoli fue, presionado por sus abuelas, bautizado en secreto. En un contexto tan gris, el ajedrez fue la válvula de escape de un niño enfermizo.

El 13 de abril de 1963, casi doce años después, nacía en Bakú, la capital de la entonces República Soviética de Azerbaijan, Gari Vesty Kasparia, de padre judío y madre armenia. No obstante, su progenitora, ante la temprana muerte de su marido, decidió rusificar el apellido de su hijo por Kaspárov. El ajedrez también fue la vía de escape más sencilla para un niño traumatizado por la ausencia de su padre.

El nombre de Kárpov se hizo famoso en la URSS a medida que fue derrotando a antiguos campeones del mundo. A los 24 años, en una partida simultanea de exhibición en Leningrado, se cruzó por primera vez con un niño al que doblaba en edad pero que brillaba por encima del resto, apellidado Kaspárov. Ambos se veían las caras por primera vez sin saber que marcarían un antes y un después en el mundo del ajedrez, y fue un experimentado Kárpov el que se llevó la victoria.


Gary Kaspárov, con tan sólo 21 años, ya se había ganado el respeto y el derecho de retar a Kárpov. El 10 de septiembre de 1984 ambos se enfrentaron por segunda vez en Moscú, la primera para determinar quien sería el nuevo campeón mundial. Con unas reglas definidas en las que las tablas no cuentan y gana el primero que consiga 6 victorias, Kárpov golpeó primero, estableciendo un 5-0 en el marcador en la partida 27.

No obstante, el joven Gary despierta de su letargo y en abril de 1985 consigue su tercera victoria. Con un estado psicológico a su favor, y con un Anatoli bajo de moral, la remontada del joven de origen judío se vislumbra, pero es entonces cuando el Presidente de la FIDE, el filipino Florencio Campomanes, decide suspender el campeonato.



Ambos rivales comenzarían entonces a acusarse mutuamente de la necesidad de que se paralizara el campeonato por miedo a perder. Si el Politburó era favorable a Kárpov, éste aseguraba que un alto cargo del AGB, Aliyev, intercedía por su paisano de Azerbaijan.

El nuevo campeonato da comienzo en septiembre de ese mismo año, también en Moscú. Tras una igualdad máxima y una ventaja de un punto por parte de Kaspárov, la última partida decidiría el nuevo campeón.

Pese a estar contra las cuerdas, Gary consigue ganar y se convierte, con apenas 22 años, en el campeón más joven de la historia del ajedrez.

Mijaíl Gorbachov, nuevo secretario general del partido comunista soviético ya había empezado a hablar de cambio, y encontró en Gary Kaspárov su nuevo icono.


Al año siguiente, en la revancha de 1986, Kaspárov volvió a retener el título venciendo a Anatoli Kárpov por una victoria.

En 1987, en un nuevo campeonato, Gary Kaspárov perdía por un punto a falta de una victoria. Su cetro se veía en peligro, pero Kárpov desaprovechó una partida que tenía ganada y Kaspárov volvió a vencer.

En 1990, entre Nueva York y Lyon, volvieron a enfrentarse. Y de nuevo fue el de Azerbaijan el ganador.



Podría considerarse por los títulos que Kaspárov no tuvo rival, pero en las 144 partidas que disputaron en competición oficial, Gary sólo superó a Kárpov por 2.

No obstante, y para alegría del ruso Anatoli, en el campeonato de Linares, en 1994 y contra todo pronóstico, derrotó a un Kaspárov eternamente favorito por la opinión pública. Fue la victoria que necesitaba un campeón como él para demostrar que no había sido una marioneta en manos de Gary.

El odio que un día los enfrentó, hoy ha dejado paso al respeto y al afecto. Se medían dos generaciones, dos estilos, dos ideologías y dos mundos. Lo que empezó siendo una evasión de la terrible sociedad que vivían, acabó por unir a dos personas destinadas a convertirse en leyenda del ajedrez.


Para ver online hacer click en el vídeo a continuación:




No hay comentarios:

Publicar un comentario