Documentales: "Once Brothers" (Hermanos y Enemigos)

Foto: ESPN

 Once Brothers (Hermanos y Enemigos)

"Construir una amistad lleva años, pero destruirla, un segundo." Vlade Divac

Mientras uno de los últimos reductos comunistas en el Viejo Continente se desmembraba por el sentimiento nacionalista de seis pueblos con tantas semejanzas como diferencias, un grupo de jóvenes, ajenos a todo aquello que trascendiera de la cancha de baloncesto, forjaba la leyenda de la mejor generación de deportistas yugoslavos.

Junto a los míticos Kukoc, Radja o Paspalj, destacaban dos jóvenes que marcaron una época dentro del baloncesto europeo y mundial. Dos jóvenes que se unieron gracias a la misma nación que les separo. Esta es la historia de Vlade Divac y Drazen Petrovic.

Foto: Fotograma documental "Once Brothers"

Unidos por su excelsa calidad en el deporte de la canasta y convertidos pronto en héroes nacionales, tanto Petrovic como Divac asentaron las bases del baloncesto europeo moderno. Uno, un espigado escolta cuya magia le hizo convertirse en uno de los mejores anotadores de la historia. El otro, un pívot adelantado a su época, capaz de dominar los tableros del Viejo Continente con unos destellos de calidad solo vistos en el mítico Arvydas Sabonis.

Juntos, consiguieron algunas de las mayores gestas de un país cuya política vivía sus horas más bajas. 

No era así en las pistas, donde la dominante Unión Soviética y la todopoderosa EEUU cada vez parecían más cercanas para el llamado Dream Team Yugoslavo. La medalla de Plata en los Juegos Olímpicos del 88 y el Oro del Eurobasket del 89 fueron dos de los momentos más felices de este equipo, que tuvo a la peculiar dupla como sus mejores jugadores. Los éxitos no caerían en saco roto y tanto Divac como Petrovic llegarían a la NBA dispuestos a ganarse un hueco. 

Foto: FIBA.com

La adaptación a las nuevas costumbres resultaba muy difícil, lo que permitió que los dos yugoslavos se unieran más que nunca. Divac se convirtió en el principal apoyo moral de un Petrovic que se desmoronaba poco a poco ante la situación marginal en la que se encontró al llegar la nueva liga. Quien diría que meses después, esta unión de hermanos se quedaría en nada.

Sucedió en el Mundobasket de 1990, en Argentina. Yugoslavia jugaba como nunca, sus jugadores disfrutaban como nunca y la mayor gesta de su historia sucedió: Fueron campeones. Entonces en unos pocos segundos pasó. Algunos quisieron que el deporte se convirtiera en política, entre ellos un aficionado que decidió saltar al parquet portando una bandera independentista croata al centro de las celebraciones. El pacifico Divac, máximo creyente de que la unión entre pueblos yugoslavos seguía siendo posible, realizo el gesto del que se arrepentiría toda su vida. Le quito la bandera al aficionado y la tiró al suelo. Petrovic, croata de corazón, no le volvió a dirigir la palabra a aquel que alguna vez llamó hermano, y su prematura muerte en un accidente de tráfico en 1993, impidió que estos dos históricos jugadores se reconciliaran.

Foto: Fotograma documental "Once Brothers"

"Once Brothers", documental producido por la ESPN, repasa esta trágica historia de la mano de sus grandes protagonistas. Divac rinde su particular homenaje a un Petrovic que se ha convertido en uno de los mayores iconos del deporte de la canasta. Embriagado por la tristeza y la impotencia, el pívot serbio repasa tanto los buenos como los malos momentos esta historia junto a otros personajes ilustres que vivieron el éxito y la tragedia de la carrera del mito Drazen Petrovic.

Un documental de culto entre los aficionados de la canasta, capaz de sobrecoger a cualquiera que le dé la oportunidad a una historia de dos hombres que lo tuvieron todo pero que un desafortunado accidente y la más triste de las tragedias les impidió cerrar un ciclo como merecían. Los que durante tantos años fueron hermanos, se quedaron en enemigos.

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